martes, 21 de febrero de 2012

Coaching - Felicidad laboral



El trabajo tiene que ser fuente de felicidad porque es el 

lugar donde la gente pasa gran parte de su vida.

Un grupo de psicólogos norteamericanos está realizando investigaciones para intentar descubrir cuáles son los factores que inciden para alcanzar la felicidad en el trabajo.
Se ha detectado que las emociones positivas se contagian y que los equipos que experimentan más emociones positivas cooperan más entre sí y tienen un mejor rendimiento.
Por otro lado, el sentido del humor ha demostrado ser un factor que mejora la comunicación y la cohesión de los empleados, aumenta la satisfacción personal, la productividad y la creatividad; y que todos los mecanismos que producen insatisfacción laboral hay que evitarlos porque se oponen al bienestar de los empleados y atentan contra el buen desenvolvimiento de la empresa y que felicidad y trabajo no tienen que ser conceptos opuestos sino complementarios.
Los estudios que lleva a cabo la reciente orientación en la ciencia de la conducta denominada Psicología Positiva, realizados por los psicólogos Martín E.P.Seligman, de la Universidad de Pensilvania y Mihály Czikszentmihalyi de la Universidad de Claremont, suponen observar al ser humano no solamente desde la enfermedad sino también desde la felicidad y el optimismo.
La Psicología positiva aplicada al ámbito laboral, trata de analizar qué es lo que los trabajadores y las empresas pueden hacer para lograr un mayor bienestar en el trabajo.
El término felicidad no se refiere únicamente a un estado anímico placentero sino también a la sensación de bienestar que genera desarrollar el propio potencial y tener la oportunidad de ser creativo y de cumplir un propósito personal que al mismo tiempo sea beneficioso para la organización.
Sentimientos de prosperidad y pasión armoniosa son los conceptos que se están utilizando actualmente en este ámbito de investigación, además de la necesidad de que los empleados mantengan una visión positiva hacia su trabajo y se sientan bien haciéndolo.
Las personas tienden a contagiarse del estado anímico predominante en un grupo. Este es un proceso rápido e inconsciente y se puede explicar gracias al avance de la neurociencia.
La transmisión de las emociones de una persona a otra se relaciona con las neuronas espejo que son un grupo de células que se activan cuando se realiza una acción repetida o cuando se observa a otros haciéndola.
La satisfacción laboral es el estado emocional positivo que se logra a partir de la evaluación que una persona hace sobre sus experiencias laborales, que incluye la identificación con los objetivos y valores de la empresa y el deseo de formar parte de ella.
El trabajo pasa a ser parte central de la identidad del individuo y un motivo importante de autoestima; lo que lo hace sentirse impulsado a dedicar su energía y buena disposición a la organización donde se desempeña y tomar su tarea con entusiasmo y como un desafío, teniendo la sensación de que la jornada laboral se le hace breve.
De esta manera el empleado se puede concentrar en la tarea y sentirse entretenido haciéndola; y darse cuenta de que es una oportunidad para aprender y desarrollarse.
Se llega a logra de esta forma sentir afecto por la organización porque genera placer y permite realizar una actividad que agrada y que se desea; sentirse vital y útil y creer que esa actividad permite el crecimiento personal y que a la vez hace posible mantener la armonía en otras áreas de la vida.
El trabajo comienza a afectar a un individuo principalmente cuando es excesivo y superior a sus fuerzas y le genera estrés.
Otros factores que suelen producir malestar laboral son: la falta de comunicación con los superiores, un salario inapropiado, condiciones de trabajo inadecuadas, falta de reconocimiento e incentivos y ausencia de liderazgo eficaz.
La felicidad de los empleados también mejora los problemas negativos que puede estar atravesando la empresa.
La Psicóloga Sigal Barsade, de la Universidad de Pensilvania, que se dedica a este tema, afirma que el contagio de las emociones positivas tiene un efecto dominó y que potencia los buenos resultados en los equipos de trabajo.
En 1985, Gregory J. McHugo de la Universidad Dartmouth, junto con un grupo de colaboradores, observaron que al mostrar imágenes de gente sonriendo, las expresiones faciales, las emociones y la respuesta fisiológica de quienes las miraban, cambiaban.
El sentido del humor es lo que más se contagia porque influye directamente en la comunicación, favoreciendo la cohesión del grupo de trabajo y aumentando la satisfacción, la productividad y la creatividad.
Con humor se logran suavizar las situaciones de estrés y amortiguar el acoso psicológico.
Para incentivar el contagio de las emociones positivas y utilizarlo como estrategia en el ámbito laboral, es importante el papel de los líderes, principalmente de los carismáticos.
Los empleados se sienten felices en su trabajo cuando existen elementos motivadores que incrementen su satisfacción y no mediante la eliminación de factores que les desagradan.
Esto pone en duda la creencia de que la remuneración es lo más importante para sentirse bien en el trabajo, porque ganar mucho no implica también ser feliz, aunque sea cierto que un salario insuficiente sí puede ser motivo de infelicidad.
Aunque la felicidad laboral sea un objetivo de la empresa, también depende de la decisión de cada uno en función de sus particulares condiciones psicológicas.
Para mejorar el bienestar laboral, actualmente se utilizan como estrategias, el rediseño del puesto de trabajo y oportunidades para recuperarse del estrés.
Un empleado es más feliz haciendo tareas variadas que estén claramente definidas. Necesita además ser autónomo en la organización de su trabajo, participar de las decisiones, tener oportunidad de desarrollo, retroalimentación de sus superiores sobre su desempeño y gozar de flexibilidad horaria.
La flexibilidad laboral permite una mejor conciliación entre el trabajo y la familia. La persona puede ajustar su horario de trabajo a sus necesidades personales y elegir el horario de entrada y de salida.
El trabajador se siente más satisfecho y comprometido con su tarea cuando puede modificarla según su criterio para darle un mayor significado sin desvirtuar los objetivos de la organización.
La nueva orientación de las empresas se basa en diseñar organizaciones saludables que logren el bienestar de sus empleados.
El exceso de trabajo deteriora la salud de los empleados produciendo ausentismo, en tanto que el cuidado de los recursos humanos les genera motivación.
El avance tecnológico permite que el trabajador realice parte de las tareas en su casa y disminuya los viajes por trabajo, reemplazándolos por video conferencias.
Otra fuente de satisfacción laboral la constituye la oportunidad de hacer actividad física, de aprender algo nuevo o de organizar actividades sociales con los compañeros de trabajo.
Un empleado no solamente rinde más y trabaja mejor cuando es feliz y está contento en su trabajo sino que también se siente feliz cuando logra un buen rendimiento.
Fuente: “Mente y Cerebro”; No.50/2011; “La felicidad en el trabajo”; Alfredo Rodriguez Muñoz, doctor en psicología, máster en Seguridad y Salud en el trabajo y profesor de psicología social; y Ana Isabel Sanz Vergel; doctora en psicología, máster en psicología clínica y de la salud y profesora de psicología.

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